20060624

Sueño de una noche de invierno




Cocina, mucha luz, demasiada iluminación. Una ventana, desde ahí proviene la luz, televisión encendida, fuera de la ventana un árbol y vegetación. Predominan los tonos amarillos.

Yo, color de cabello negro un peinado de los años 60, soy yo, pero mi piel es mucho más blanca, soy yo, pero debo tener treinta y tantos años, con un vestido amarillo, cortando verduras, viendo la televisión, no sé si estoy sentada o parada, pero hay una agradable temperatura ambiente.

En la televisión, noticias, extrañamente en inglés, me quedo quieta viendo una en particular, imágenes de una especie de selva, reporteros, helicópteros, ambulancias .....

Primera imagen, una joven acostada en el suelo, sé que es una mujer, se ve el brazo y una pierna, más bien el costado derecho de ella, como si hubieran dejado una cámara apuntando desde el suelo y enfocara su lado derecho, no veo el rostro, pero su vestimenta es de una típica exploradora, como la del protagonista de “La rosa púrpura del Cairo” su pierna está al descubierto viste shorts, el piso está tapado de hojas y palitos, predomina los colores verde y café.

Segunda imagen, la misma mujer, sé que es la misma, pero esta vez el color predominante es blanco, ya que ella está en una especie de camilla, la están transportando, la llevan de urgencia, su pierna, por lo que puedo ver es ahora sólo un par de tiras, se ve el hueso, es blanco, su piel, antes bronceada, ya no existe, o en realidad lo poco que queda es de color blanco, sus músculos que deberían ser rojos o rosados son blancos, pero no queda casi nada de ellos, es como si tuviera vendas delgadas, de una contextura parecida a un elástico, pero más grueso, imagino deben ser así los cartílagos, están unas sobre otras, desordenadas dentro de un orden. Ahora la veo en su totalidad pero sin distinguir su cara, todo su cuerpo está en esas condiciones, extremidades y torso, es como una masa de vendas, como si hubiesen vendado su esqueleto. Pero no son vendas, así quedó.

Viendo la televisión, comprendo lo que sucedió, no sé cómo, pero ahora soy esa mujer, estoy explorando, me pierdo de mi compañeros, me da sueño, el cansancio es mayor aún sabiendo que no debo quedarme dormida, finalmente lo hago.

Ahora veo nuevamente la cámara en el suelo, y esa mujer, durmiendo sobre la jungla como en la primera imagen.

Me salgo del cuerpo, veo lo que sucede...........desde el suelo, aparecen miles de gusanos, comienzan a comerse a la mujer, mientras los observo, sé porque no despierta la mujer, estos gusanos a medida que comen van durmiendo la piel, o lo que sea que se estén consumiendo, y van cicatrizando, dejando blanco todo lo que dejan, por lo tanto no hay sangre. Unos momentos antes de que comiencen con los órganos vitales, llegan los compañeros de esta mujer, ahora no sé lo que pasa, pero veo la segunda imagen.

Ahora soy la doctora a cargo de esa mujer, la única solución, es quitar todos los tejidos que estén comprometidos, comienzo...... restos de piel, músculos, de todo, lo hago con un rodillo que está revestido de panales de abeja y con miel!!, la técnica es pasando el rodillo alrededor de su cuerpo.

Ella no sana, tampoco se regenera, pero no muere.

Despierto. Trato de mover mis piernas, nada, trato de mover mis brazos, no puedo, sólo consigo sacudir mi tronco y así saco mi cuerpo de la inmovilidad, pido ayuda, pasan los minutos, sigo sin poder sentir mis piernas y brazos, en realidad, las siento, pero es dolor, es como si me hubiesen cortado las extremidades, pero no sé, estuve durante más de media hora tratando de moverme, y bastante tiempo sintiendo ese dolor. Y estaba despierta.